Escuché que somos golosos porque
en el antepasado, no había azúcar.
No había lemon pie.
El hombre está diseñado para devorar
azúcar
en cuanto la ve.
Antes no había, no la conseguía.
Cuando la encontraba tenía que
devorarla.
Yo no paro de tomar cappuccino.
No paro de ir contra el diseño.
Con educación, igual.
Estoy llena
de sodio.
Y no paro de devorar la
gracia
cada vez que la veo.
Y no me basta.
